41. Ave generosa

El pueblo que crea la historia

Para aquel que vive hasta el fondo la razón, cualquier criatura, grande o pequeña, es reflejo del Eterno. Entonces queda abolida la extrañeza y nace un enamoramiento mayor que el que se da entre el hombre y la mujer. Y cuando se orienta hacia Cristo, este enamoramiento cobra el color de ciertas notas de canto, el calor de una expresión que no es en absoluto formal. ¡Es realmente amor! Amor a Él. Esta es la victoria que vence al mundo: la fe, reconocimiento de esta Presencia. La abadesa Hildegarda de Bingen lo advertía con gran sensibilidad e intensidad, como bien conocemos por sus cantos. Se llama Iglesia al lugar donde la humanidad recobra vida por la pasión de Cristo. La Iglesia es este lugar que, como dice el himno Ave, generosa, vibra, resplandece de alegría.

Extracto tomado desde el comentario de Luigi Giussani en la Colección Musical Spirto Gentil
Accede al texto completo de sobre esta obra en Scritti Luigi Giussani:
https://www.scritti.luigigiussani.org/es/s/el-pueblo-que-crea-la-historia-en-ave-generosa-de-ildegarda-di-bingen-20121221

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